¿Feliz año nuevo? ¿ Feliz navidad? Tal vez...

Hoy en día, tengo la posibilidad de estar escribiendo este blog desde el local que logramos rentar. Las cosas que me han acontecido se pueden resumir en tener todo y nada. Mi vida en Alemania, aunque no es lo más confortable, es decir, no es muy cómodo el sentir que vives en una tierra extraña (que igual, como seres humanos y habitantes de este planeta, también nos pertenece) y que sientas que nada te pertenece (aunque supongo que es parte de un proceso de adaptación), que la gente te haga saber que no estás en tu país y que te estarán observando; sin embargo, fuera de todo esto, mi vida en Alemania ha sido, hasta el día de hoy, el reto más grande al que me haya enfrentado.

Justo en este momento, me estoy escapando de mis tareas y estudios universitarios para escribir el blog; estaba algo bloqueado y pensé en adelantar un poco más la historia que ustedes, tan amablemente han leído opinado y compartido conmigo.

Así es, leyeron bien: ahora estoy estudiando la universidad; una carrera en línea que ofrece el "tan bien ponderado" gobierno federal mexicano. Cabe destacar que he comenzado con la carrera desde agosto de 2010 y ahora me encuentro en el primer cuatrimestre. Les recomiendo, y más si alguien desea hacer una carrera o ya tiene una; pero desea hacer otra, que entren a este link y se decidan a estudiar una carrera online; no tiene costo y se adapta a sus necesidades (no es exclusivo para ciudadanos mexicanos que vivan en el exterior, sino también para aquellos que se encuentran dentro de territorio mexicano), es más, ahora mismo acaban de lanzar la convocatoria para 2011: http://www.abiertayadistancia.sep.gob.mx/ 

También no he mencionado que mis padres vinieron de vacaciones desde el 24 de noviembre. Afortunadamente los tengo conmigo desde esa fecha y hemos gozado bastante nuestra compañia , aunque su fecha de regreso se acerca; para ser exactos, en una semana.

Empero, hay algo del pasado que nos ha alcanzado y ahora nos taladra la cabeza (a mi esposa y a mí). Y es que un personaje de los que han sido plasmados en este blog, hubo regresado a nuestras vidas y, por ende, sacudido la frágil estabilidad emocional con la que contamos.

Siempre le he comentado a mi esposa que la vida es una rueda de la fortuna: a veces se encuentra uno abajo y a veces arriba y que siempre, cuando estés abajo, debes voltear hacia arriba,  hacia donde deseas estar y, cuando estés  arriba, debes voltear abajo para ver de dónde vienes y ser humildes.

Pues bien, este personaje al cual hago referencia, apareció cuando estábamos iniciando nuestra vida en Alemania y desapareció súbitamente; fue como una estrella que brilló en su momento y ahora no es más que una roca apagada y sin vida, sin fulgor. En su momento, disfrazado bajo la máscara de la virtud, tendió la mano, mientras con la otra portaba un puñal que estaba listo para ser encajado en nuestras espaldas al momento de que nos diera el beso de Judas. Eso lo supimos siempre; sin embargo no sabíamos cuándo o qué tan profundo intentaría clavar el puñal para hacernos daño.

Para seguir ahondando en esto, es necesario describirles cómo somos mi familia y yo (o sea, mi esposa, mis hijos y yo). Es muy fácil suponer cómo somos con tan solo mirarnos: Vestimos de negro todo el tiempo, no salimos casi a ningún lugar (claro está que sólamente cuando llevamos a mi hijo a pasear), dejamos a nuestros amigos desde hace ya diez años y de ahi no hemos vuelto a tener otro, somos completamente herméticos (tal vez por el temor de salir desilusionados o, peor aún, lastimados), cuando tomamos cerveza lo hacemos unicamente mi esposa y yo mientras escuchamos nuestra música, no nos metemos con nadie; ni para bien, ni para mal, no andamos a altas horas de la noche en la calle y tampoco nos acostamos tarde, en lo personal yo gozo de jugar ajedrez mientras mi esposa lee un libro, juegar con mi hijo algún videojuego, etc... Con la familia tenemos el contacto normal, es decir, chateamos, mandamos mails de vez en cuando, ¿Facebook? Mmmh, podría ser, aunque los tenemos completamente restringidos a las demás personas y además, no subimos fotografías de nosotros, y los pocas personas que tenemos agregadas ni nos contestan; en fin, es como si no tuviéramos. Sin embargo, siempre hemos tratado de ayudar a quien sea, hemos prestado nuestra casa, regalado dinero aún cuando desacompletamos para nuestros gastos (y eso es algo que hemos estado haciendo con alguien aquí en Alemania que, en realidad, sí necesita el dinero), etc...

Ahora bien, no podemos decir que ahora estamos en la cima de la rueda de la fortuna; diríamos que a la mitad. Mas ahora alguien estuvo en nuestra casa; logró colarse por alguna rendija de nuestra vida y así trató de dañar nuestra caja de cristal... 

Comments

  1. Feliz ano nuevo! Este ano será estupendo para ti y tu familia! Como siempre me dejaras curiosa... Lo que deseo es que esta persona que los "ayudo" en un momento fuerte de su estadía en Alemania, no les haya tocado ni un pelo ni el alma....

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