Fantasma Mexicano

Las cosas las pusimos en una balanza una noche cuando mirábamos por la ventana, y el fantasma del regreso a México nos alcanzó de nuevo.  Para esto debo apuntar que la remodelación del restaurante fue concluída a tiempo y los contratos empezaron a ser entregados a los empleados que allí laborarían.  Fui llamado para ayudar a barnizar las mesas y las sillas de la terraza y allí se encontraba también la esposa del encargado del lugar.  Desde donde me encontraba podía oír lo que decían y también ver lo que hacían.  Pasaron bastantes empleados del restaurant y también uno que otro extraño; a todos se les dio contrato.  En fin, yo sabía que podrían tener mi contrato y en cualquier momento iba a ser llamado.

Terminé de barnizar las mesas y las sillas, ayudé a acomodar la barra del bar, barrí, cargué, limpié y al final, justo cuando había terminado, me mandaron llamar. Sí!  Por fin!  La tranquilidad se acercaba y no lo podía creer.  Había pasado tanto tiempo de carencias y desesperanza que me había olvidado de cómo sabe el triunfo y la estabilidad.  Me alisté y fui con la esposa del encargado.  Allí se encontraban varios empleados.

-Señor GothGob Mex-Dre, muchas gracias, aquí tiene el dinero de lo que trabajó el día de hoy.  Nosotros le hablamos para ver en qué más nos podría ayudar en el futuro -dijo con voz alegre-.
-Desea comer algo antes de ir a su casa? -Mencionó un empleado de la cocina-.
-No, gracias; comeré en casa -repliqué-.

Salí del restaurante con desesperación, con la tristeza a rastras y sin rumbo (bueno, sí; rumbo a mi casa, pero tenía que poner un adjetivo más).

No había conseguido el empleo.  Después de tanto tiempo creyendo que iba a tener trabajo, la realidad me golpeó una vez más.  El fantasma de México se hacía cada vez más grande.

Habría que agregar que por esos días nos enteramos que mi esposa estaba embarazada; esto hacía más complicada la situación: Mi hijo sin escuela, nosotros sin trabajo, ahora mi esposa estaba embarazada y no teníamos seguro médico, etc... Al final de todo esto, México se veía como una solución.

Aquella noche dormí bastante bien (raro, a pesar de lo ocurrido el día anterior).  Salimos de la casa (mi familia y yo) y fuimos al centro, más específicamente, al Café Internet. Íbamos a escribir nuestros acostumbrados mails que siempre iban cargados de una falsa realidad.  En el camino al Café Internet, mi esposa y yo platicamos y decidimos regresar a México.  No sabiamos cómo podríamos regresar; pero lo haríamos. Tendría que haber una forma de hacerlo.  A lo mejor, no estábamos tan perdidos del todo. Podría existir la posibilidad de que mi esposa no hubiera perdido su empleo, ya que recordarán que ella es maestra, y nosotros llegamos en mayo a Alemania, lo cual, quiere decir que solamente se ausentó un mes y todo lo demás fue hecho en vacaciones.  Entonces, sabiendo esto, era tiempo de buscar la manera de regresar.

Sabíamos que teníamos algo de dinero ahora, ya que en el restaurante se me pagó -prácticamente- dos o tres veces más de lo que era justo (tal vez alguna especie de compensación a sabiendas que quedaría a la deriva).  Así que podría tomar una o dos cervezas y deliverar.

Después de algunas horas pensando, por fin teníamos un plan para regresar:  Mi esposa es muy querida en la escuela donde laboraba, de esta forma, las puertas habían quedado abiertas para ella.  Entonces, siguiendo esto, la idea era llamar a la escuela y pedir que se le pagara por adelantado para que pudiera regresar.  El plan abarcaba -obviamente- los boletos de mi hijo y el mío tambien.  Llegando a México, mi esposa tendría un trabajo y mi hijo entraría a la escuela; mientras yo buscaba trabajo y así nada había pasado; todo seguiría igual que cuando nos venimos.

La idea estaba bien fundamentada y decidimos ponerla en práctica al día siguiente.  Por la tarde-noche del día siguiente, fuimos al Café Internet y llamamos por teléfono a la escuela.  Afortunadamente, mi esposa se pudo comunicar directamente a la dirección.  En ese momento nos enteramos de que la escuela no había podido conseguir otro maestro para el curso siguiente y que mi esposa tenía todo para regresar.  Lo único que quedaba en duda era el que aceptaran el pagar los boletos de regreso, para lo cual tendríamos que regresar dos días más tarde.

Pasaron los dos días con relativa calma y regresamos al Café Internet para saber qué había pasado.  La respuesta de la dirección de la escuela fue que podían pagar el boleto de mi esposa y así podría trabajar en la escuela.  A esto, tendríamos que pensar de qué manera podríamos regresar mi hijo y yo.  El boleto de mi esposa era seguro y se compró vía Internet en ese momento.

Era hora de "unir" a la familia, sí, aunque fuera para ayudarnos.  De esta forma nos comunicamos con todos los nuestros en México, aunque -obviamente- entre que esperábamos respuestas de los mails mandados, entre que no estaban, etc... transcurría el tiempo.

El boleto de mi esposa estaba reservado para el 21 de agosto a las nueve de la mañana.  Le quedaban escasos días para poder disfrutar de Alemania -era lo mínimo que podía hacer-.  Aunque todos esos últimos días de mi esposa en Alemania fueron muy tristes. Nos preguntábamos qué hubiera pasado si nos hubiéramos quedado, si hubiéramos tenido más dinero, si hubiera estado mejor planeado... Veíamos cómo toda la gente en la calle disfrutaba de una vida en Alemania y nosotros no.  Fueron días en que mi esposa lloró mucho.  Nos enojamos con nosotros mismos.

Al final el día llegó.  Nos levantamos muy temprano y salimos con rumbo al aeropuerto.  Un largo viaje le esperaba a mi esposa...

Comments

  1. Hola mexicano, por favor cuentanos mas!!!! Estoy pendiente de todo lo que te paso y que haces hoy dia!

    Saludos desde Venezuela,

    koalita!

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  2. awwww...
    diablos no sé si ya había posteado en tu blog con anterioridad
    pero eh leido entretenidamente todas y cada una de tus entradas
    wow diablos qe valor irte a Alemania asi como asi, sin mucho en tu cartera y verdaderamente sin conocimientos previos sobre tu destino
    supongo que todos buscamos un bienestar y verdaderamente no sabemos realmente donde esta el mejor bienestar
    bueno seguire pendiente de tu travesia
    atte: -DwK-

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  3. Hola Koalita,

    Pues hasta ahorita respondo los comentarios; una disculpa por no haberlo hecho antes.
    Te agradezco de corazón el que te tomes el tiempo de leerme. Seguiré posteando y tratando de rememorar lo ocurrido.
    Saludos.

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  4. Hola DWK,

    De igual manera, te agradezco tu paso por mi historia.
    Como bien lo mencionas, todos buscamos un bienestar, a veces podemos fallar en el intento; pero lo importante es que lo intentemos y no nos quedemos con la incertidumbre de "qué pudo haber sido".
    Te mando muchos saludos.

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