English Club

Ok, resulta que cuando comenzamos con el negocio la idea era muy fácil: Seguir por la misma línea de vender las playeras; pero si las imprimíamos, obviamente teníamos la oportunidad de bajar los costos, por lo cual decidimos comprar una máquina de serigrafía, ya saben: El pulpo, las secadoras, pinturas, marcos, playeras, etc... Conforme pasó el tiempo las ideas, tanto de él como las mías, iban divirgiendo cada vez más hasta llegar a un punto irreconciliable como lo es ahora. 

En un principio nos asentamos en el local que ahora ocupo yo solo; pero como sabíamos que el invierno en Alemania es bastante duro, y dado que nadie está tan loco como para andar en playera (o remera o.....) cuando se está a menos diez u once grados, pues decidimos tener un negocio alterno, en este caso, decidimos poner un "English Club".  Esto consistía en algo muy sencillo: Ir a los tiendas de segunda mano para buscar muebles que estuvieran en buen estado; todo esto para ambientar el lugar. A ver, voy a poner unas fotos para que vean el progreso en aquel entonces. 

Vista por fuera

Vista desde adentro

Como se podrán dar cuenta, ése fue el comienzo.  Las paredes y todo estaba en blanco -creo que hasta nuestras mentes estaban en blanco en ese momento-. Pues bien, regresando, estábamos a inicios de septiembre, o sea, quedaban unos treinta o cuarenta días de calor, y ya no era tan factible imprimir playeras, por lo que decidimos fundar el "English Club" con los muebles que encontramos. El resultado fue algo como esto (claro está que pintamos): 

English Club

Vista de frente

Pues bien, en un principio el "English Club" funcionó.  Comenzaron a llegar estudiantes extranjeros de la universidad, que si bien ya hablaban inglés, necesitaban una persona con quien hablar dicho idioma y/o les corrigiera en su momento. Por otra parte, llegaban estudiantes alemanes que necesitaban practicar el inglés que habían aprendido, ya sea en algún viaje o estancia en el algún país de habla inglesa o bien que aprendieron el idioma en Alemania. 

Al "English Club" se le hizo publicidad mediante volantes en la universidad, anuncios en los principales periódicos de la universidad, se sacó una página de internet (y no de las gratuitas), se contrató a una persona que repartiera volantes, en fin, se hizo un buen esfuerzo y, en verdad, ese esfuerzo se vio recompensado durante septiembre, octubre y la primera quincena de noviembre. Sin embargo, a la postre, por alguna extraña razón los alumnos dejaron de asistir. Ese hecho me dio mucho que pensar.  La salida abrupta de los alumnos me puso frente a dos interrogantes: Primera, qué es lo que pasaba en las clases por lo cual los alumnos ya no quisieron regresar?  Segunda, se habrá llevado los alumnos a otra parte para impartirles clases sin que yo supiera y así no pagarme mi mitad? 

De cualquier forma, era momento de pensar en una transformación del negocio.  De ahí tuve la idea de poner un Café; algo agradable en donde las personas pudieran pasar un rato a gusto, conversando en español o inglés, jugar ajedrez, leer los libros que pondríamos a su disposición o bien tomar alguna agua de frutas frescas o jugos de frutas por las mañanas. En realidad tenía yo visualizado todo y, obviamente, dado mi experiencia en el área de alimentos y bebidas, podría administrar el negocio y cumplir con todos los lineamientos que la ley alemana me solicitara. 


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