"Él"

LLegué puntualmente a la cita: a las nueve, como "él" me había dicho. Cojimos dos bicicletas y enfilamos hacia el centro de Dresden. Yo no sabía a donde nos dirigíamos, solamente pedaleaba. Al fin llegamos a un edificio grande; de aspecto un tanto comunista (y es que sí fue construído por los comunistas), bajamos de las bicicletas y entramos a la administración. Esta vez todo fluía de manera diferente: yo no hablaba y me limitaba a escuchar y asentar cuando se me preguntaba algo, todo lo demás lo hacía "él".

Salimos de la oficina y enfilamos hacia otro edificio con el mismo aspecto del primero. En esta ocasión no nadamás hablaríamos en la administración, sino que entraríamos a ver uno de los departamentos. Había pasado esa barrera, gracias a "él", me encontraba ante una situación que pintaba ser buena. Me preguntaron si me gustaba el departamento y asenté de manera inmediata (ni modo de darme el lujo de decir que no). Salimos del departamento e hicimos cita para las cinco de la tarde.

Regresamos al hostal y acordamos vernos en el lobby a las cuatro y media. En el entretiempo hablé con mi esposa y le di las buenas nuevas. Fuimos al banco y retiramos los ultimos 480 euros que nos quedaban. Sabíamos que ibamos a pasarla difícil; pero no podíamos decir que no.

Llegamos mi esposa, "él" y yo puntualmente a la cita con la admistración, allí nos tenían preparada una carta-compromiso para que fuera firmada. "Él" firmo sin dudar el Bürgschaft. Y nos indicaron que el depósito se podría pagar en dos pagos y que -además- el primer mes de renta corría a partir de Julio. El curso de las cosas había cambiado. Esto significaba que, de los 480 euros que nos quedaban, únicamente tendríamos que pagar 300 euros por el departamento y podíamos pasar el mes de junio sin pagar, ahí agradecí a Dios por todo eso.

Nos dieron permiso de ocupar al departamento el jueves, o sea, el mismo día que tendría que hacer check out del hostal.

Nos preparamos, pues, para ingresar al departamento. Eso implicaba que tendríamos que comprar articulos de limpieza y, sobre todo, algo en dónde dormir, así que fuimos a una tienda de segunda mano a tratar de conseguir alguna cama o colchón. Al final, lo único que pudimos comprar, dada nuestra situación económica, fue un colchón tamaño queen inflable.

Al día siguiente, nos tocó "él" a la puerta de nuestra habitación en el hostal y desayunamos juntos. Allí nos explicó un poco de su vida (la cual considero un tanto enigmática). "Él" se dedica a hacer proyectos de construcción en Alemania y a bienes raíces, es decir, compra casas a un precio muy bajo, posteriormente las arregla y las vende. "Él" es mexicano, pero tiene pasaporte alemán, nunca se ha casado y no tiene hijos. Lo único que hace es trabajar y hacer dinero (no sé con qué fin).

A manera de agradecimiento, mi esposa y yo decidimos invitar a "él" a estar con nosotros en el departamento. Después de insistirle varias veces, aceptó pasar el mes que le quedaba en Alemania con nosotros, ya que debía ir a Estados Unidos por razones que no nos explicó.

Así que fuimos juntos a la tienda segunda mano donde habíamos comprado el colchón inflable y se compró una colchoneta. De igual manera, fuimos a una tienda de muebles y aparatos para el hogar y compramos una pequeña parrilla para poder cocinar.

Es mismo jueves ya estábamos todos instalados en el departamento. A su vez, nos entregaron el tan ansiado contrato de renta y -sin perder más tiempo- fui a la oficina de extranjeros a solicitar mi permiso de residencia. Todo fluyó de buena manera, y más porque "él" me acompañó. La expresión en la cara de la persona encargada de la oficina era otra, esta vez se divertía con los comentarios que "él" hacía.

Salimos de la oficina de extranjería muy conformes, ya que podría recoger mis permisos en dos días.

Comments

  1. Que figura tan fascinante la de "él", refleja una paz interna envidiable. Sería interesante saber más acerca de "él" su imagen, su voz, la forma en que conversaba con los demás, su carácter y temperamento, edad...un verdadero personaje de cuento de navidad que aparece de la nada en medio de la crisis para ayudar a resolverla y de la misma manera desaparece sin dejar rastro. Ya tienes un guión para venederlo a la TV en navidad (la historia tendría obviamente que ser en Diciembre y no en pleno verano, o bien empezar en verano y tener el desenlace justo en navidad!)

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  2. "El" necesita tener un identificativo, algo que lo caracterice y se le pueda reconocer a un km de distancia, como un sombrero de panamá blanco, unos lentes de carey, un bastón de cedro rojo, una camiseta púrpura, choclos naranja y blanco, una pipa con aroma a jengibre, algo muy propio de "él" (algo así como el sombrero de Sandino que a la larga se convirtió en el propio Sandino, o más bien al revés como lo expresoó Rushdie en "La sonrisa del jaguar": "el hombre que se convirtió en su sombrero")

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  3. El título de tu post me remitió a una película de Luis Buñuel con el mismo nombre. A diferencia de la persona con quien afortunadamente coincidiste en esta odisea, el Él de Buñuel es un hombre enfermo de celos y entregado al egocentrismo. En tu caso, Él se acerca más a un personaje emergido de una cinta de David Lynch o una novela de Roberto Bolaño, donde las situaciones de benevolencia no dejan de despertar sospechas. Por suerte, el Él que encontraste resultó ser más bien una incógnita de la esperanza, un final a la Saramago, un misterio que no requiere ser resuelto.

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  4. Qué curioso, cuando leí el título del post "El" pensé en lo mismo que Chilangoslo y me imaginé que el misterioso personaje iba a ser de mal agüero, pero por fortuna el personaje de Bun~uel y el tuyo no tenían nada en común.

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  5. Chilangoslo y Eduardo,

    La verdad me sorprenden, ya que nunca pensé el que pudiera llegar a creer que mi personaje pudiera tener un indicativo por el creado por Bunuel. A lo mejor estoy lleno de lugares comunes y por eso fue la similitud, aunque haya sido en el nombre.
    Esta persona se fue de la historia de la misma manera en que se fue de nustras vidas; sin embargo, no todo está dicho con "Él".
    Les mando un saludo y les agradezco infinitamente su atención al blog.

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