Deme dos documentos con mucha salsa para llevar, por favor

2006 iba a ser el año en que la burocracia y yo nos hicimos amigos. Ahora nos tuteamos y a veces me la encuentro en Alemania y la saludo como sólo se puede saludar a un amigo que te ha acompañado en los momentos más decisivos de la vida. Y es que 2006 lo pasé entre oficinas de gobierno, tanto en Tijuana con en el Distrito Federal, embajadas y consulados (aunque en realidad sólo fue una embajada y un consulado; pero no hallé otra manera de decirlo). Ese año terminé de estampar en un papel lo que mi ya esposa y yo habíamos estampado con nuestro amor: el matrimonio.
2006, considero yo, fue el año en que más me desarrollé en el idioma alemán, y dado que tenía que buscar la manera de poder poner en práctica nuestros planes, tuve que accesar a diversos foros legales y de migración, los cuales, en su mayoría, estaban en alemán.

Podemos considerar que el idioma alemán es un idioma difícil, pero si a eso le aunamos que las leyes son muy confusas aún estando en español, veríamos que el panorama se me presentaba con su cara más dura: la confusión.

Bien se ha dicho -y estoy convencido de ello- que si el francés es el idioma de la elegancia; el alemán es el idioma de la burocracia. Y no por nada dicen eso en Europa, ya que debemos saber que el 80% de la literatura con respecto a impuestos y leyes tiene su cuna en Alemania.

Claro está que Alemania es un país burocrático en extremo; pero también tiene un orden impresionante que hace que las cosas funcionen como reloj. Sin embargo, en México conocemos la burocracia como una forma muy especial de corrupción y de recaudación de impuestos elevadísimos. Veamos un ejemplo muy claro:

Requisitos para contraer matrimonio:

1.-Acta de nacimiento original y copia de los contrayentes (claro está que la copia certificada del acta no debe de tener más de dos años de expedida).

2.-Solicitud de matrimonio llenada a máquina.

3.-Presentar certificado médico de los contrayentes (a esto yo me pregunto: para qué? además de que cuando me casé mi primogénito gozaba ya de tres años de vida).

4.-Análisis clínicos de los contrayentes (ver nota en requisito número tres).

5.-Identificación oficial con fotografía.

6.-Presentar dos testigos por cada cónyuge.

Podemos apreciar que no son tantos los requisitos; pero (y en México siempre hay un "pero"en estos aspectos) el sistema con que trabaja el registro civil hace que los tiempos de espera sean largos y el cobro es muy elevado.

Doy gracias a Dios que me casé en la ciudad de Tijuana, porque de haber sido en el Distrito Federal hubiera sido mucho más complicado y tardado. A este respecto puedo apuntar que tuve que ir a la Ciudad de México a apostillar mi acta de nacimiento y, créanme, fue una de las cosas más tediosas y cansadas que he hecho en cuanto a trámites burocráticos se refiere.

Debo empezar a poner orden en las ideas que estoy escribiendo, ya que con tanta burocracia ya me perdí. Trataré de hacerlo cronológicamente de manera que se entienda lo que deseo expresar. Vamos a ver:

Enero: Suceso que nos hace ver que Alemania es la mejor opción para vivir.

Febrero: Investigación de datos necesarios para que mi esposa adquiera la nacionalidad alemana, además de recopilación y apostillamiento de documentos.

Marzo: Se hace el contacto con la Embajada Alemana en la Ciudad de México y se envían a traducir infinidad de documentos al alemán para empezar el proceso.

Abril: Contraemos matrimonio formalmente.

Mayo: Se apostillan los documentos faltantes y se mandan para traducción.

Junio: Se acuerda cita con la encargada de servicios consulares para la entrega de documentos.

Julio: Nada.

Agosto: Se viaja a la Ciudad de México para acudir a la cita y se tramita nueva acta de nacimiento mía, se apostilla y traduce.

Diciembre: Recibimos correo de la Embajada Alemana y se nos indica que faltan datos; se procede a la recabación de los mismos.

Entre cada una las cosas que hicimos en ese año podemos insertar que asistía a cursos de alemán, trataba de terminar el bachiller asistiendo a una preparatoria abierta (lo cual no lo logré sino hasta 2008), trabajaba en Sanborn´s de ocho a diez horas diarias y me veía involucrado en un sin fin de foros, tanto en alemán como en español.

Cómo me ha aburrido escribir esta parte de mi vida, aunque también debo agradecer que por mi amiga, la burocracia, es que estoy en este momento disfrutando de vivir en Alemania. Mejor dejo este este post y paso a algo más en el siguiente...

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