Retrocamino

Este camino en el que me encuentro ahora se abrío poco a poco a base de pala y pico. Habría que empezar desde lo más pequeño.

Si usted, estimado lector, ha estado siguiendo el blog de la manera correcta, es decir, de manera cronológica, podrá recordar que hace algunos años tuve un puesto de playeras (camisetas) en México. En dicho puesto vendía playeras con motivos de grupos de rock, de diversos grupos de metal (Black Metal, Death Metal, Grind Core, etc...) Rock Gótico (por el cual tengo preferencia), Punk, etc... Cabe recordar que también vendía discos de todo ese tipo de bandas, inciensos, pulseras y todo lo que quepa en aquél estrambótico mundo. Pues bien, en algún punto de mi vida en Alemania, más precisamente, durante el tiempo que estuve solo, retomé aquél viejo conocido camino, supuse que estando aquí, tendría las mismas posibilidades de vender todos esos productos. De esta manera, acudí a la Gewerbeamt y obtuve un Gewerbeanmeldung (registro de empresa), y cumplí con los requisitos para poder vender playeras en la calle; para esto era necesario que consiguiera dinero para poder conseguir una Reisegewerbekarte, es decir, una tarjeta para negocios ambulantes. Así que, al regreso de mi esposa de México y, sabiendo que ya no ibamos a contar con su trabajo para sostenernos acá, le pedí que se trajera playeras del tipo ya descrito.

LLegó con 40 playeras, todas de buena manufactura y con grupos que tienen buena fama en Alemania. De esta manera, comencé a contactar a cada persona vestida de negro en las calles. En algunas ocasiones me compraban alguna playera, en otras simplemente dejaba mis datos para cuando quisieran.

Entonces, si hacemos calculos, una playera que me costó en México algo más de 4 euros y que aquí fue vendida por 25 euros me dejaba un rango bastante alto de ganancia como para poder ahorrar. Sin embargo, sabía que debía de ser muy bien administrado en mis gastos para poder volver a comprar playeras, la cuestión era ¿dónde? La respuesta llegó de República Checa, un tipo bastante accesible en su manera de ser era capaz de imprimir playeras a muy bajo costo.

A su vez, visitaba yo los cursos de integración que el gobierno alemán exige a los extranjeros. Allí conocí a un buen tipo. Él es de Estados Unidos, nacido en Nueva York y educado en el barrio de Harlem durante los 70s. Nos caimos bien desde que entablamos la primera charla durante el receso del curso.

Una tarde, mientras platicaba con él, y al momento de comentarle a él acerca de la manera en que hago un poco de dinero. Tuvimos una idea....